A pesar de la rentabilidad del negocio del huachicol y del crecimiento de sus ventas por los gasolinazos aplicados por el gobierno federal, el 85 por ciento de los mexicanos jura que nunca compraría combustible robado.
Este dato se desprende de una encuesta realizada por Parametría sobre la percepción que tienen los ciudadanos sobre el huachicol.
En la información presentada se expone que el 77 por ciento de los encuestados ha escuchado hablar de los huachicoleros.
En los últimos meses el término huachicolero ha cobrado relevancia en nuestro país, se denomina de esta forma a las personas que se dedican al robo de gasolina por medio de tomas clandestinas ubicadas en la red de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
El 48 por ciento dijo tener una mala opinión de los huachicoleros y 47 por ciento muy mala. Solo el 3 por ciento dijo tener una muy buena opinión.
En torno a que nivel de gobierno debe atender el problema de los chupaductos, el 68 por ciento respondió que es la federación la que tiene que resolver el problema. El 13 por ciento consideró que los gobiernos estatales.
Sobre el crecimiento de este delito, 81 por ciento de los encuestados acusó que hay colusión de trabajadores de Pemex.
Por último y a pesar del crecimiento en ventas de la gasolina robada, 85 por ciento afirmó que nunca compraría el huachicol.
Sin embargo, la demanda de la gasolina se mantiene y con ello la rentabilidad de este negocio ilícito.
Un ejemplo claro de ello es la Central de Abasto de Huixcolotla, en donde se mantiene la venta de gasolina robada, a pesar de que las autoridades afirman que no hay venta ilegal.
El huachicol se comercializa a plena luz del día, a la vista de los policías de este municipio y ahora son utilizados menores de edad para ofrecer la gasolina que hoy está más cara que nunca: 12 pesos el litro.