Wednesday, 24 de April de 2024

Municipios

¡En peligro! Prevén tala en bosques de Chignahuapan por reformas del Partido Verde

- Especial

Actualmente, el 70 por ciento de los bosques mexicanos se encuentra precisamente bajo el resguardo de los pueblos, sin embargo, con la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, la reforestación estaría amenazada.

Por Ivette Lira/ Sin Embargo /

En un pequeño poblado ubicado en la Sierra Norte de Puebla, la gente ha dedicado su vida a evitar que el verde que colorea el paisaje se borre. Más de 380 ejidatarios de Acolihuia, en Chignahuapan, han trabajado para recuperar los suelos degradados y convertirlos en superficie boscosa.

Gracias a la organización y al manejo forestal que la comunidad ha ofrecido, 550 hectáreas que hasta hace una década eran utilizadas para alimentar al ganado hoy son el hogar, principalmente, de cuatro especies de pino: greggii, montezumae, teocote y pseudostrobus, que aseguran importantes beneficios y servicios ambientales. Y dan empleo e ingresos a las familias.

En diversas ocasiones, organizaciones de la sociedad civil han destacado la importancia del manejo forestal comunitario. Actualmente, el 70 por ciento de los bosques mexicanos se encuentra precisamente bajo el resguardo de los pueblos.

Pero con la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS), la actividad estaría amenazada y con ello, el bienestar de los bosques.

Algo similar pasó con los animales de circo: el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), una apéndice del Revolucionario Institucional (PRI), prohibió el uso de especies en estos espectáculos y no cuidó a los animales. Todos fueron vendidos al mejor postor. Muchos murieron. Lo mismo se espera con los bosques.

La nueva Ley promovida por el PVEM deja la puerta abierta a la tala ilegal y pone en riesgo los servicios ambientales que ofrecen los bosques gracias al manejo comunitario, tales como la captura de agua y carbono; la conservación de la biodiversidad, además de los beneficios para el clima y el paisaje.

“[La Ley] pone el riesgo de que no se protejan los servicios ambientales y puede resultar dañina para los bosques. Además, reduce la participación ciudadana y la transparencia y deja el poder en pocas manos”, indicó Raúl Benet, coordinador de políticas publicas del Consejo Civil Mexicano para la Silvucultura Sostenible, en entrevista para SinEmbargo desde la Sierra Norte de Puebla.

Más de 380 ejidatarios de Acolihuia, en Chignahuapan, han trabajado para recuperar los suelos degradados y convertirlos en superficie boscosa. Foto: Ivette Lira/SinEmbargoMx.

De acuerdo con datos oficiales, en Acolihuia habitan 505 personas y 384 se dedican al cuidado del ejido. Adicional a las 550 hectáreas reforestadas desde 2007, los ejidatarios cuentan con un área de 477 hectáreas de bosque natural que tienen bajo manejo, producción y aprovechamiento sustentable desde hace más de treinta años.

Las actividades que los pobladores realizan cada día consisten en el ordenamiento territorial comunitario, que permite decidir sobre los usos y destinos de los predios. Asimismo, llevan a cabo el aprovechamiento de madera, que se funda en un programa de manejo forestal autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y dirigido por un profesional técnico.

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