La rebelión de cinco regidores Lalistas fracasó y no impidió que la cuenta pública de 2016 superior a los 4 mil 96 millones de pesos de Luis Banck Serrrato fuera aprobada en Cabildo en sesión extraordinaria.
Por mayoría de votos y sólo cinco en contra de los regidores Guadalupe Arrubarrena, Adán Domínguez, Juan Carlos Espina, Marcos Castro y Myriam Arabián se avalaron el uso de los recursos públicos de los primeros meses de Luis Banck desde que fue designado como presidente municipal por el Congreso Local.
En una discusión de menos de una hora, la fracción del PRI en representación de la regidora Karina Romero Alcalá aprobó el uso de los recursos de la Comuna con el argumento que se encuentran en un municipio sin endeudamiento y equiparable el gasto con la aplicación en obras y proyectos.
Romero aprovechó para demandar a Luis Banck mejorar las estrategias de seguridad, transparentar las donaciones a grupos sociales y analizar la pérdida de recursos en algunas dependencias. En respuesta el alcalde capitalino aseguró que atenderá las sugerencias de la fracción del PRI.
El fracaso de la revuelta
En la discusión del tema, el grupo de cinco regidores Lalistas pidieron conocer los criterios de análisis de la Auditoria Superior del Estado (ASE) sobre el uso de los recursos y postergar su votación para unas semanas, sin embargo, su solicitud fue rechazada sin argumento por parte del presidente municipal, Luis Banck.
Juan Carlos Espina, representante de los concejales argumentó que el tiempo máximo para el estudio era el 28 de abril y que era importante conocer los puntos de la ASE de la cuenta pública para evitar futuros conflictos, sin mencionar lo ocurrido con la administración 2013 de Eduardo Rivera.
Pido una moción para posponer el dictamen de la cuenta pública del ejercicio fiscal 2016, toda vez que pediremos consulta de unos criterios de fiscalización ante la Auditoria y necesitamos contar con la respuesta de nuestros cuestionamientos.
Tras no prosperar su petición –en entrevista–, el regidor señaló que algunas de sus dudas son la recaudación del sistema predial.
Juan Carlos Espina rechazó la negativa de la cuenta pública se deba a intereses políticos por el asunto de Eduardo Rivera.
La revuelta Lalista en el Ayuntamiento de Puebla comenzó desde el pasado 4 de abril cuando los regidores Adán Domínguez y Guadalupe Arrubarrena, por primera vez decidieron ir en contra del presidente municipal, Luis Banck, por supuestas irregularidades en el uso de los recursos públicos, abandonando la sesión de la Comisión de Hacienda y Patrimonio del Ayuntamiento realizada ese día comenzar el análisis de la cuenta pública 2016 del alcalde.
Por su parte el presidente de la Comisión de Hacienda y Patrimonio, Gustavo Espinosa Vázquez declaró que en los 33 dictámenes de sesiones de trabajo no huno ninguna inconformidad de los regidores del PAN, por lo que es sorprendente su actitud.
Es preciso recordar que ningún panista del ala del yunque asistió a las últimas sesiones de esta comisión del ayuntamiento de Puebla.