Hasta el momento ningún médico adscrito a la Secretaría de Salud del Estado de Puebla (SSEP) ha pedido cambio de plaza por la delincuencia que se vive en el Triángulo Rojo, informó Arely Sánchez Negrete titular de la dependencia.
En entrevista, la funcionaria garantizó la seguridad de los trabajadores de la salud, pues reveló que incluso cuentan con guardias de seguridad privada.
Explicó que hasta el momento ningún médico ha solicitado su cambio a pesar de la zona en conflicto, sin embargo, mantiene un trabajo coordinado con la Fiscalía General del Estado para atender cualquier denuncia.
No, no tenemos ningún reporte, hemos trabajado de la mano con nuestros directores de los Cessas y Centros de Salud. No tenemos reporte de cambio de inscripción por amenaza, por esta situación trabajamos muy en coordinación con la Fiscalía. Al día de hoy no tenemos ese problema.
La funcionaria estatal insistió que se aplican todos los protocolos de seguridad, en específico para los doctores que pernoctan en los centros de salud.
El pasado 17 de mayo, José Antonio Martínez García, director de Atención a la Salud de la SSEP reveló que un médico adscrito al municipio de Tlatlauquitepec fue amenazado por el crimen organizado, quien le exigió “derecho de piso” para que preste sus servicios en dicha demarcación.
VER: Crimen organizado exige "derecho de piso" a doctor en Puebla, denuncia Secretaría de Salud
Continúan graves tres niños tras explosión en Chilchotla
En otro tema, Arely Sánchez confirmó que tres niños heridos tras la explosión de mil 600 cohetes en Chilchotla se encuentran aún graves.
Informó que los menores continúan en terapia intensiva en el Hospital para el Niño Poblano (HPN), de los que una niña de un año de edad y otra de 11 son las más graves.
Descartó que tengan quemaduras, pues su estado de salud es crítico por la fractura de cráneo que sufrieron.
El pasado 9 de mayo, en la comunidad de San Isidro perteneciente a Chilchotla, un accidente provocó que mil 600 cohetes explotaran, lo que causó la muerte de 14 personas, 11 de ellos eran niños.
VER: San Isidro, la fiesta que llevó la desgracia a Chilchotla