La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) tardó casi 5 años en emitir la recomendación a los estados de Puebla y Tlaxcala por la contaminación del río Atoyac que ha generado enfermedades y muertes, reveló la directora del Centro Fray Julián Garcés, Alejandra Méndez Serrano.
El centro Fray Julián Garcés con sede en la ciudad de Tlaxcala, ayudó a documentar y dio seguimiento a la queja que interpuso en 2012 la Coordinadora por un Atoyac con Vida y que después de 5 años, la CNDH giró la recomendación 10/2017 que especifica que la contaminación del Atoyac afecta a las poblaciones de San Martín Texmelucan y Huejotzingo en Puebla, así como a Tepetitla de Lardizábal, Nativitas e Ixtacuixtla de Mariano de Matamoros en el estado de Tlaxcala, además dicha problemática ha sido ignorada por autoridades municipales, estatales y federales.
VER: CNDH emite recomendación al Gobierno de Puebla por contaminación del Río Atoyac
Y es que esta asociación civil de Tlaxcala documentó 47 casos de leucemia, insuficiencia renal, males congénitos, entre otros padecimientos tan solo en el año 2003, según explicó en entrevista con CENTRAL.
Algunos de estos casos se registraron en los municipios de Huejotzingo y San Martín Texmeluca en la entidad poblana y por parte de Tlaxcala en Tepetitla, Nativitas e Ixtacuixtla.
En el año 2006 presentamos el caso en el Tribunal Latinoamericano del Agua y el tribunal exhorta a los gobiernos a tomar el caso del Atoyac como un desastre ambiental”, dijo Alejandra Méndez.
CENTRAL publicó que la contaminación del río Atoyac cambió por completo la vida de los pobladores de Villa Alta, Tlaxcala. La comunidad que se encuentra entre los canales del tercer río más contaminado de México, ha sufrido las consecuencias de ser el desagüe de PEMEX y el Parque Industrial Quetzalcóatl, ubicado en San Martín Texmelucan, pues desde hace 15 años, como si se tratara de una plaga, se han registrado diversos casos de cáncer principalmente en menores de edad.
VER: Villa Alta, el pueblito al pie del Atoyac donde los niños mueren de cáncer
De acuerdo con la activista social, la gente argumentaba que las enfermedades se debían a la contaminación del río Atoyac, por lo que se dieron a la tarea de signar convenios de colaboración con el Instituto de Biomédica de la UNAM, el Instituto de Ingeniería de la UNAM, el Laboratorio de Análisis de Aguas Residuales de la UAM, para realizar estudios de contaminación en el afluente.
Se encontraron metales como Plomo, Zinc, Arsénico, además de compuestos orgánicos volátiles como Cloroformo, Cloruro de metileno, Tolueno, Benceno, y por ejemplo, el Benceno está dentro de las normas de salud como potencial cancerígeno”.
Además, una investigadora del Instituto de Biomédicas de la UNAM, hizo un estudio de daño geno tóxico en la región, para lo cual separó a la población en 4 grupos: los trabajadores de la Petroquímica Independencia, campesinos, amas de casa y niños y jóvenes, para analizar el grado de contaminantes en su cuerpo, pero además los comparó con estudios hechos a personas que viven en la ciudad de México —por ser la más contaminada— y los resultados fueron reveladores.
No importa el grupo, el 71 por ciento de la población salió en promedio con 5 veces más daño geno tóxico que una persona que vive en la ciudad de México. Este daño es alteración a las células y la metodología comprueba que es por exposición a los tóxicos”.
Por si fuera poco, sentenció que la tasa de mortalidad infantil en el afluente del Atoyac rebasa en un 37por ciento la media mundial: “El estado no ha querido reconocer la relación de la contaminación con la enfermedad, ha negado que el río esté contaminado y causes estos males”.
El investigador de laBUAP, Ernesto Mangas, reveló que la cuenca del Atoyac que pasa por Puebla y Tlaxcala es la que tiene la tasa más alta de mortalidad infantil, superando los ríos que atraviesan por los estados de Oaxaca y Guerrero. A lo largo de todas las comunidades aledañas al río, por lo que los casos de leucemia en niños son preocupantes.