La Secretaría de Infraestructura, Movilidad y Transportes (SIMT), salió en defensa de las ciclopistas construidas durante el sexenio de Rafael Moreno Valle, bajo el argumento de que las de Puebla no se pueden comparar con las que se edificaron en la Ciudad de México (CDMX) pues éstas llevan un diseño elevado y no a ras de suelo
La postura fue enviada a CENTRAL luego de que este portal publicó que la senadora del PRI, Lucero Saldaña Pérez presentó un punto de acuerdo para que las ciclopistas construidas por el exgobernador sean auditadas, pues además de caras, son deficientes e inseguras. El punto señala que cada kilómetro costó 20.3 millones de pesos, cuando las de la Ciudad de México el costo fue de 4 millones.
El área de Comunicación Social de la SIMT explicó en un comunicado que las civlovías de las dos entidades tienen infraestructura distinta que no permite hacer una comparación. En el caso de Puebla explicó que el diseño es elevado debido a que “el máximo de velocidad permitido complicaban o volvían riesgosa la convivencia de ciclistas y vehículos motorizados, particularmente en los cruces”.
Sin embargo, en el marco del Smart City Latam Congress, Tomas Bleier Van Meerbeke, especialista en movilidad y uno de los creadores de la app Biko, declaró a CENTRAL que las ciclopistas elevadas en Puebla, discriminan a los ciclistas pues se les manda lejos de los automóviles, por lo que dijo se debe crear infraestructura compartida tanto para ciclistas como para automóviles y peatones.
VER: Ciclopistas elevadas en Puebla discriminan a ciclistas: co-fundador de Biko
La dependencia estatal aclaró que el hecho de construirlas elevadas requirió la colocación de pilotes de cimentación para desplantar columnas, mejoramientos de suelo y zapatas de grandes dimensiones, así como de diafragmas en las cimentaciones para evitar asentamientos diferidos, muros de contención, reforzamiento de estructuras existentes, entre otras técnicas especiales de construcción.
La SIMT, a cargo de Martha Vélez Xaxalpa, señaló que en algunos tramos de las ciclopistas cuentan con puntos WI-FI, bebederos, mobiliario urbano, áreas verdes, zonas de recreación como fuentes y parques, así como “otras comodidades” que las hacen completamente distintas a las de la Ciudad de México.