Imprimir esta página

"Nunca ha hecho nada por ti" - El Síndrome de Alienación Parental

Por Betzabé Vancini / /

Muchas veces las relaciones de pareja fracasan y suelen tener como principales víctimas de este fracaso a los hijos. Una separación siempre supone que el niño tendrá que dividir su tiempo entre ambos padres y tendrá que enfrentar todo un reto para adaptarse a esta nueva realidad.

El Síndrome de Alienación Parental (SAP) es frecuente cuando el niño es obligado a elegir sus lealtades. Es decir, que ante la separación, la madre o el padre, quedan tan dolidos que hablan mal del otro y tratan de hacer que el niño escoja a "quién quiere más" o a quién debe querer según la lealtad que sienta hacia el padre o la madre.

El padre o madre que fomental el SAP usa frecuentemente estas frases:

"Nunca ha dado un peso para mantenerte".

"Pídeselo, pero ya ves que nunca te compra nada o no tiene dinero para ti."

"Nos abandonó a ambos, también te dejó a ti para irse con sus nuevos hijos."

"Ya ves cómo es de tonta tu mamá."

"Si yo no hago las cosas por ti tu padre/madre no las hace, no le importas."

 "¿No te ha llamado? Ves, ya se olvidó de ti."

 "Tu mamá está loca, esa nueva pareja no la va a aguantar como yo."

¿Cuál es la intención de un padre o madre que fomenta el Síndrome de Alienación Parental?

Es simple, la intención es que el niño deje de querer al padre o madre y se mantenga leal al padre con quien vive. No obstante, el niño se encontrará siempre dividido en su amor por ambos padres y esto le causará una serie de problemas para relacionarse con ellos. Principalmente, se sentirá culpable por amar al padre o madre del que le han hablado mal. Esto DESTRUYE al niño y su confianza en sí mismo y en el mundo.

Durante la infancia necesitamos figuras parentales firmes y constantes. No importa que la paternidad o maternidad no sea perfecta, debe ser algo con lo que el niño sabe que cuenta. Incluso frente a una separación, el niño -o los niños- deben saber que son amados con ambos padres y que, pese al cambio en la cotidianidad, pueden seguir contando con ellos para brindarles un entorno seguro.

Los niños que viven el SAP suelen tener algunos de estos signos:

1. Bajo rendimiento escolar o dificultad para concentrarse.

2. Ansiedad que se manifiesta al morderse los dedos, las uñas, o rascarse hasta sangrar.

3. Dificultades para conciliar el sueño o pesadillas.

4. Cuestionan frecuentemente "¿por qué me dices esto de mi papá?"

5. Se vuelven callados y muy reservados en casa. Ya no quieren comentar las cosas que les pasan.

6. Se vuelven víctimas de bullying en la escuela o adoptan actitudes sumisas con sus amigos.

Es importante destacar que el SAP no es una venganza contra la ex pareja, pues más el daño se le hace directamente a los hijos. Incluso puede ser considerado maltrato psicológico grave y hasta terrorismo. No importa por qué haya terminado la relación de pareja, el SAP es la peor opción para destruir a los hijos en el proceso.

 

Es importante que ante una separación, se le dote a los niños de garantías para un desarrollo integral y sano tanto en lo físico como en lo afectivo. Lo ideal ante una separación es asistir a un proceso psicoterapéutico que ayude a que el proceso sea lo menos dañino posible para todos los miembros de la familia.