¡Bendito Dios! esta semana los medios de comunicación sí que le han tundido a Moreno Valle y bien merecido se lo tiene. Ojalá la golpiza se prolongue y por muchos días, semanas y meses, pues no es para menos, con los altos índices de inseguridad que dejó en el estado y el terrible problema del robo de combustible.
Pero como este no es un espacio para compadecerse, sobarle al exgobernador y menos darle la razón, también le voy a tundir y es que el señor que aspira a la Presidencia de la República dejó a Puebla de cabeza, nos mintió y nos dio atole con el dedo, desde la deuda pública, la carencia de programas sociales y la inseguridad que cada día se agudiza más.
Y es que nuestro querido @RafaPresidente se hizo de la vista gorda con el problema de los huachicoleros, es más dejó que creciera la violencia en el tan renombrado Triángulo Rojo. Durante su sexenio se incrementaron las tomas clandestinas, los delitos, las balaceras, los asesinatos y los grupos de la delincuencia organizada en esta zona del estado.
Peor aún, justo en sus narices, en su cara y en las oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública, iban creciendo estas bandas dedicadas al robo de hidrocarburos, pues el exdirector de la Policía Estatal, Marco Antonio Estrada estaba involucrado y fue detenido por el Ejército mientras custodiaba una toma clandestina.
El exsecretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas, tuvo que dejar su cargo y está siendo investigado por sus supuestos nexos con estas bandas de huachicoleros y en todo momento Moreno Valle guardó silencio, nunca hizo nada y hacía que en Puebla no pasaba nada, mientras que el problema iba creciendo.
Pero ¿Por qué?
Porque para él era más importante mantener su imagen y prestigio como un gobernador impecable, para incrementar sus preferencias electorales en su búsqueda de la Presidencia de la República. Moreno Valle quería mantener esa imagen de gobernar un estado seguro, próspero y de cambio.
Incluso, fuentes cercanas a él, relataron que les prohibió hablar, dar entrevistas, hacer declaraciones o decir cualquier cosa que tuviera que ver con los huachicoleros, y tenían estrictamente prohibido reconocer el conflicto y hacer algo que atentara contra su carrera presidencial.
¿Cuál es el resultado de esta estrategia egoísta?
La violencia que se vive en municipios como Palmar de Bravo, Quecholac, Esperanza, Atzitzintla.
Que los huachicoleros tengan un control absoluto de la región, atemorizando a algunas personas inocentes, ocasionando que las carreteras sean peligrosas.
Que haya balaceras como la que se suscitó el pasado miércoles.
Que la región se haya militarizado, provocando más violencia.
Que haya muertos y heridos.
Y que sigan creciendo estas bandas de delincuentes.
Lo más lamentable es que Moreno Valle sigue sin decir algo, sin dar una postura y continuando con sus giras presentando su “libro”.
Antes de seguir promocionando su libro por todo el país, debería de explicar por qué dejó crecer este problema.