Saturday, 20 de April de 2024

Los sismos, por qué y hacia dónde

Por Arquímedes Ríos Andraca / /

Ident Arquimides

 

Después del sismo, Puebla no volverá a ser igual y más vale que las autoridades comiencen a modificar los reglamentos de obra para adaptarnos a una realidad de temblores más intensos.

¿Por qué?

Pese a todas las publicaciones que circulan en redes sociales, los aparatos y la tecnología con la que cuentan los gobiernos, un sismo no se puede prevenir, menos se puede saber con qué magnitud nos impactará ni el instante en que sucederá. Una verdad poco práctica, pero verdad al fin.

Tratemos de entender por qué se generan los sismos. Éstos se producen por una liberación de energía, entre más pequeña sea la fuente de ésta, menor será su radio de acción. Si ustedes tienen la curiosidad, pueden pararse en una estructura de un puente a la mitad de un claro y sentir los movimientos.

Dependiendo de la masa y forma del vehículo que transite por el puente, será la intensidad de las vibraciones. Más sencillo, párense en medio de una habitación en un piso superior y pídanle a su compañero más cercano que brinque lo más alto que pueda y que caiga con todo su peso sobre el piso.

Se los aseguro, sentirán las vibraciones.

Así de sencillo es cómo funcionan los sismos. Entonces ¿Por qué algo tan sencillo no se puede predecir?

Porque el sistema que detona estas liberaciones masivas de energía es tan grande y complejo como el planeta mismo, son las placas tectónicas. No hay pedazo de tierra u océano que no esté sobre o entre placas tectónicas, entre más grandes sean éstas, más estables son.

Entre más lejos estés de las fallas geológicas más estable es el suelo, las fallas geológicas funcionan de frontera entre placas tectónicas.

 ¿Por qué se mueven las placas tectónicas?

La tierra es una esfera con un centro caliente, el cual no está sólido y conforme nos alejamos de éste, el material se vuelve más frío y menos viscoso; llega un momento que se vuelve sólido, y ahí empieza la corteza terrestre que interactúa con un material viscoso (lava).

La corteza  está fragmentada en varias placas divididas por grietas que son fallas geológicas, imagínense que ustedes hacen un gran pastel de lodo rectangular y lo dejan al sol, conforme éste pierda humedad se irá agrietando formando diferentes placas, un fenómeno similar forma las placas tectónicas y flotan sobre la lava, lo que conlleva a que una placa choque con la otra; en ese punto donde interactúan hay una enorme cantidad de energía contenida,  más poderosas que decenas de bombas de hidrógeno juntas, una placa empujando y la otra resistiendo el embate, hasta que llega el punto de quiebre y libera toda la energía en un instante, generando un sismo con epicentro en el punto donde se liberó esa energía.

La historia geológica demuestra que la interacción de las placas tectónicas cambia la forma de los continentes y los océanos, hace millones de años solo existía un continente denominado Pangea, y aunque ese fenómeno es lento, al final del día lo tenemos que tener en cuenta.

Actualmente en México tenemos una clasificación de zonas sísmicas siendo la zona “A” la de menor intensidad y la zona D la de mayor intensidad, una pequeña parte del sur de Puebla está en la zona C y la mayor parte en la zona B, con la consecuencia que el reglamento vigente de construcción es muy laxo, si consideramos intensidad de estos últimos sismos y la proximidad de la ubicación de los epicentros (Puebla, Oaxaca y Morelos).

Una vez que los sismólogos y demás expertos en la materia entreguen el dictamen final, se tendrá que reconsiderar el actual reglamento y normas de construcción de obras nuevas y las medidas para el reforzamiento de las estructuras existentes.

El temblor de 1985 en la ciudad de México nos dejó aprendizajes sobre todo en procesos de construcción que 32 años después estamos cosechando, hoy la tragedia en números es menor, las estructuras son más confiables, los planes de contingencia son más efectivos.

Y ahora Puebla tendrá que hacer su parte.

Si su vivienda sufrió daños es importante dejarse asesorar por los expertos para su adecuada reparación y nunca está de más escuchar una segunda opinión para estructuras más complejas (Torres de más de 15 pisos, puentes, edificios grandes, etc.) es importante que sea un ingeniero Civil con especialidad en estructuras.

Pero lo más importante es que 32 años después la solidaridad aún está intacta, y eso no es un tema menor. Hagan el ejercicio de compararnos con otros países Haití, por ejemplo, no es que la solidaridad sea única de México, solo que aquí está en modo turbo.

Gracias a todos por ayudar…. A todos.

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