Thursday, 25 de April de 2024

José Juan Espinosa, “El coyote calamidades”

Por Yonadab Cabrera Cruz / /

losamantes inte yona

¡Alabado sea el señor!

Durante mucho tiempo pensé que era la única persona en la faz de la tierra a la que le pasaban cosas inimaginables, absurdas, inauditas y fuera de este mundo, dignas de la ciencia ficción o la comedia, situaciones irreales que nadie daría cuenta de ellas.

Afortunadamente existe José Juan Espinosa, y miren que para que alguien me gane en el arte de meter la pata, la mano o hacer un oso está cañón, pues en mi otra columna cada semana hago un recuento de los sucesos desafortunados de mi vida y mi entorno.

Y no me había dado cuenta de la mala suerte del J.J. hasta que este fin de semana se cayó de su Pony y se fracturó su manita desconchabadita; mi única reacción que salió desde el fondo de mi corazón, con mucha sinceridad y gritos fue: “¡Todo le pasa a este pobre hombre!”.

Es una pena porque en lo particular José Juan Espinosa me cae re bien, pero pues nadie se salva del escarnio y las burlas. Muchas veces me ha pasado, así que espero que no sufras por esto José Juan. Ambos deberíamos de hacernos una limpia en Catemaco, dicen que son re efectivas o por lo menos que nos pasen los huevos... de guajolota por la cara.

Aunque he de aclarar que muchos de sus eventos desafortunados son provocados por la gente del municipio que gobierna, porque muchas personas no lo quieren y lamentablemente, en mi caso confabulan Dios, el destino, la suerte, el Karma y todo lo que tenga que ver con un golpecito de infortuna.

Acompáñenme a ver esta triste historia.

Turba de vecinos le arrebata el micrófono (16 de junio de 2014)

Pobre J.J. le arrebataron el micrófono en un tumulto. La gente ya estaba enojada por los problemas que imperan en su municipio y sin más un señor llegó y le arrebató el dichoso aparato.

Le mientan la madre (28 de agosto de 2014)

¡Diosito Santo! Por andar pidiendo a la gente que moviera sus coches porque no se podían estacionar en la zona de la Pirámide, le recordaron a su mamacita, quien no tiene la culpa de que a su hijo no lo quieran.

Lo corren en medio de una fila india entre escupitajos y patadas (1 de septiembre de 2014)

Pobre José Juan, fue corrido vilmente de la Procesión de los Faroles, casi lo queman vivo con su propia linterna y toda la gente se unió en un solo grito: “¡Fuera José Juan! ¡Fuera José Juan!” y el alcalde de San Pedro Cholula tuvo que correr entre una fila india hacia su oficina.

Le sacuden el piso (Julio de 2015)

Parecía que el “Diablo” —personaje de Eugenio Dérbez— le había sacudido el piso o jalado el pie, pero resultó que fue un poblador enardecido aquel 28 de julio mientras daba su mensaje en la inauguración del Relleno Sanitario de San Pedro Cholula.

¡Ay mi manita! (3 de marzo de 2017)

Por querer jugar a “Don Valiente”, José Juan fue hasta las instalaciones de Televisa Puebla a encarar a Javier Lozano cuando estaba el tema de la privatización del agua. Muy gallito el J.J siguió a Lozano por todo el edificio, lo acompañó hasta su camioneta pues a producto de gallina quería que le recibiera un documento, y cuando el funcionario estatal se subió a su camioneta, cerró la puerta y se llevó la mano de presidente municipal de San Pedro Cholula.

Y él sólo pudo gritar “¡Ay mi mano! ¡Mi maaaaaano!” (Léase con tanto dolor).

Lo agarran a cachetadas (5 de 2017)

El primer fin de semana de junio fue muy cálido para todos los mexicanos, excepto para José Juan Espinosa pues en plena efervescencia por la jornada electoral en el Estado de México, un ciudadano mexiquense amante de la democracia, de las instituciones y del PRI, le dio una cachetada a José Juan como las que le propinaba Thalía a Itatí Cantoral en María la del barrio.

Le quedó el cachete rojo y don Rodolfo Huerta —quien quiera que sea— lo consoló como Fernando Colunga consolaba a Soraya.

Se vuelve a lastimar su manita (22 de junio de 2017)

Ay Choche Juan, me cae que necesitas una limpia. El sábado pasado, el alcalde cholulteca se cayó de su “caballo despotricado” y pues se volvió a lastimar la manita que Lozano le machucó.

Así es la cruel vida de José Juan, sus fans debemos agradecerle a Dios que sigue vivito y coleando porque con tanta cosa que le ha pasado, es un milagro que esté enterito. Ahora en mis vacaciones le llevaré una curandera o a alguien que le pase los huevos de guajolota.