Friday, 19 de April de 2024

Madres en constante juicio

Por Mafer G. Garnica / /

interior cronicaface

La vida de una madre es como estar en un constante juicio ¡Vaya! ¡Estando embarazadas somos juzgadas! ¿Por qué? No lo sé y lo más irónico es que somos juzgadas por mujeres.

Si te embarazas joven —tampoco tan jóvenes— ¡Tenías un futuro por delante! ¿Qué estabas pensando? ¡La cantidad de riesgos que corres por ser joven!

Si te embarazas un poco grande ¡No pues te van a decir abuela! ¡Te tardaste! ¡La cantidad de riesgos que corres por ser ya grande!

El ginecólogo. ¿Por qué vas con ese? Oigan ¿a quién le van a estar viendo zonas privadas? Pues a la embarazada o mujer en cuestión así que ¡Shhh!

El nombre del bebé. ¡Que se llame así, no mejor no, ponle como su papá! ¿Por qué le pusiste así? Salvo que le vayan a poner un nombre medio exótico pudiéramos sugerir algo, pero con sutileza, cada quien le pone a su hijo como mejor le plazca (ya ellos sabrán si le desgraciaron la vida con el nombre o no más adelante).

La lactancia sabemos que es lo más saludable para nuestros hijos, además de ser un momento exclusivo mamá-hijo, pero si por algo no tienes leche o no pudiste darle es de lo más cruel y desagradable oír comentarios como ¿En serio no te importa que tu hijo tome leche de bote? O ¡Fulanita le dio hasta el año y ve a su hijo! ¡Claro no quieres perder tu físico!

Ya crecido el niño o los niños se meten en cosas como:

La alimentación en serio no creo que haya madre que alimente, o no a sus hijos esperando verlos mal o enfermos. ¡Vaya! cada madre sabe que darles según sus necesidades.

Si dejas de trabajar ¡Estas de mantenida! ¿Qué haces todo el día?

Si no dejas de trabajar ¿Para eso querías hijos? ¡Eres una egoísta!

Y como estos ejemplos hay muchos, muchísimos más, quizá salgan hasta dos columnas o tres pero si hay alguien ahí que acostumbra a ir dando sus “comentarios acertados” tengan prudencia y ahórrenselos.

La parte que más me saca de onda es que casi siempre son familiares, amigas o personas que realmente aprecias las que te dicen estas cosas. Pero algún día serán madres y el karma las alcanzará o si son madres recibirán una cucharada de su propio chocolate ¡Créanlo!

ANTERIORES