¡Agárrenme porque me les voy! La amenaza de Zavala al PRI

La película preparada por Javier López Zavala para demostrar su “cercanía” con  Andrés Manuel López Obrador  ¿funcionó?

De inmediato recibió la llamada del secretario de Operación Política a nivel nacional, Héctor Gómez Barraza.

Le dijo que para el PRI su capital político es importante y le pidió prudencia porque afecta a la imagen del partido.

También Jorge Estefan Chidiac le llamó para pedirle “que aguante”, que no son las formas.

El 24 de febrero, Andrés Manuel estuvo en una de sus giras en Veracruz.

Zavala jura que él lo invitó a acompañarlo.

Los morenistas dicen que buscó el evento en la agenda pública y llegó temprano para sentarse en la primera fila.

Zavala dijo que AMLO lo vio y le regaló su último libro autografiado.

Los del Movimiento dicen que cualquiera hubiera conseguido esa foto y que todo fue planeado.

¿Para qué?

Para obligar al PRI a que se defina y deseche la idea de que Juan Carlos Lastiri se convierta en el próximo candidato a la gubernatura.

—Por cierto, Lastiri muy aventado para la gubernatura pero no ha criticado al sexenio morenovallista ni al nuevo gobierno, tal como le pasó a Alcalá—

Sigamos…

Zavala juega por dos objetivos:

Si quieren que se vaya a Morena —que por alguna razón alguien quiera— le tienen que asegurar una candidatura, para no dar el salto al vacío.

Si el PRI quiere evitar que salga del partido y manche una vez más su ya muy desgastada imagen, también le tienen que asegurar ya que será el candidato en 2018.

¿Alguna de las dos cosas ha sucedido?

Lo que sí es que Zavala tiene estructura, tal vez la estructura que MORENA no ha terminado de consolidar en Puebla para operar y cuidar el voto en 2018.

El precio no es justo, la imagen que se ha construido de que los priistas desembarquen en MORENA les ha traído bastantes críticas.