Tuesday, 16 de April de 2024

Las lecciones del 19-S

Por Edmundo Velázquez / /

CUENTA HASTA DIEZ

Mañana se cumple una semana del sismo que azotó Puebla, Morelos y Ciudad de México y hay muchas anécdotas que han permitido consolidar el concepto que tenemos sobre nuestro propio país. Pasamos del "Sí se puede" al "Lo logramos". Nos estamos sacudiendo la catástrofe, pero hay cosas de las que todavía estamos aprendiendo.

Traté de condensarlo en diez puntos.

Ahora sí, literal, cuenta hasta diez.

1. La sociedad puede responder a una catástrofe no importando su magnitud, pero será efectiva solamente organizándose. Muchos de los grupos que han realizado cuadrillas de ayuda y tareas de entrega de víveres han tenido su talón de Aquiles en la falta de logística al momento de acudir a las comunidades afectadas. En vez de ayudar terminan siendo un estorbo o bloqueando otros apoyos.

2. La ayuda desinteresada sirve, pero si estamos informados es mejor. Ayudará siempre el apoyar con comida, pero quizá al informarnos a qué comunidad vamos y qué necesidades se tienen es probable que descubramos que necesiten alcohol y productos médicos, por ejemplo, y nosotros ya íbamos bien cargados de tortas de jamón. La información que han realizado grupos independientes ha sido básica para conformar bases de datos donde se especifican los avances de cada comunidad y sus requerimientos.

3. La desconfianza hacia nuestros gobernantes paraliza y provoca una paranoia que nos vuelve inútiles. Sí, ejemplos de abuso desde los políticos existen montones. Pero a la hora de la logística la estructura gubernamental pesa. Si queremos que llegue el apoyo podemos aplicar estructuras alternas como Cruz Roja. Pero siempre hay que voltear a ver las opciones.

4. El odio a los políticos es tal que hasta cuando se trata de que ayuden también estorban. Y varios representantes de partidos políticos están siendo corridos de comunidades. ¿Por qué entonces, si en verdad quieren ayudar, no olvidan los colores y sellos en playeras y chalecos? Seguramente sin sellos o colores serán bienvenidos.

5. No siempre son ciertas las denuncias en redes sociales. Y los linchamientos mediáticos están a la orden del día. Cuando no es una acusación contra supuestos funcionarios insensibles que comían en un bufete, al lado de voluntarios, es un video que embarra a un funcionario que ni la debía ni la temía por estar estacionando al lado de una ladrona de víveres.

6. Las emociones desbordadas a nadie ayudan. Y esto va ligado al punto anterior. Estamos sometidos a un constante estrés tras el sismo. Parece que mientras más drama  y morbo vemos más nos adentramos a la perspectiva de que no habrá solución inmediata a la crisis, y mucho menos un final feliz para los damnificados. Pero estas emociones negativas no nos sirven de nada. Señalar, enfrentarnos y dividirnos como mexicanos, como poblanos, debe estar prohibido en una crisis.

7. Nuestro sistema de Protección Civil está rebasado. Es urgente una refundación de los preceptos de una dependencia tan importante en momentos como este. No cuenta con el peso ni con el presupuesto,  mucho menos con el personal suficiente para atender todas las regiones en desgracia, tampoco para dictaminar  sobre los edificios donde hay escuelas y comercios y que estos retomen actividades cuanto antes. ¿No es tiempo ya de que se le planteé como una secretaria con estructura y presupuesto digno para atender este tipo de emergencias?

8. ¿Pueden los funcionarios estatales con el reto? Ayer la titular de la SEP, Patricia Vázquez no pudo ni explicar cómo se dará el regreso de las clases. Algo tan básico no quedó claro. ¿Qué otro funcionario va a exhibir su falta de destreza en un momento de crisis? ¿Así van a continuar en el cargo?

9. ¿Dónde está todo lo aprendido en el pasado? Parece que Puebla jamás tuvo el sismo de 1999. Simplemente  hoy no se tienen registros de qué aprendimos hace 18 años. La falta de memoria nos condenará a repetir errores.

10. La vida sigue. Y la reconstrucción de comunidades enteras, escuelas y hospitales no puede esperar al acto oficial y a la agenda de los políticos. Tiene que darse ya.

Ayer por la noche me dio esperanza ver una ciudad de Puebla viva y un Centro Histórico quizá todavía apuntalado y acordonado, pero con movimiento. A pesar del caos de los últimos días ya había comercios abiertos, turistas y paseantes. Ojalá las comunidades azotadas por el sismo en la Mixteca alcancen una rápida recomposición de su cotidianidad. Ojalá el S19 sea solamente un mal recuerdo en pocos días, y se convierta en la comprobación de que logramos organizarnos para enfrentar un gran reto como mexicanos.

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