No es lo mismo ser Gobernador que una mala copia de Lady Wuuu.
No es lo mismo ser el jefe del gabinete a andar recorriendo el país pidiendo el voto.
No es lo mismo privatizar el agua, imponer foto multas, crear una ley bala, a pagar las excesivas cuotas de Agua de Puebla, ir a hacer cola para pagar por exceder la velocidad y un día por no estar de acuerdo ser reprimido con gases lacrimógenos y balas de goma.
Entiendan, idiotas, Moreno Valle ya no es Gobernador. Ya no manda aquí, incluso si usted lo ve en la calle, le puede sacar la lengua y no pasaría absolutamente nada.
No obstante, hay muchos funcionarios y ex-funcionarios de su administración, incluyendo a panistas caracterizados por el bello arte de ser "arrastrados" que siguen pensando que RMV sigue siendo el mandatario.
Otros, han puesto la veladora en Martha Erika para el 2018 y juran y perjuran que será la continuidad en el poder en esto que ellos mismos nos han querido mostrar como un maximato.
Lo revelado por Fernando Manzanilla en el programa Juego de Troles del pasado martes, es que Moreno Valle fue poco transparente, gobernó para él mismo y no para los ciudadanos, y fue antidemocrático. Si analizamos ello fuera del sexenio en el que ya se le puede criticar abiertamente sin amenazas o golpes bajos podemos asegurar que el ex-Gobernador ya no tiene poder.
Tampoco se trata de quemarlo en una pira en el zócalo de la ciudad. Sin embargo, hay que verlo como es, alguien que nos vendió la idea de abrir los ojos y que como dijera Selene Ríos, "al final de tanto de que los abrimos nos los picoteó".
Si comparamos el gobierno de Marín con el de RMV evidentemente no hay parangón, pero si lo medimos con gobiernos priistas, antidemocráticos, con cero transparencias y dudas en el manejo de los recursos, podríamos asegurar que el ex-mandatario es más de lo mismo.
Moreno Valle se caracterizó por el espionaje político, aplastamiento de su oposición, uso del Congreso del estado como ventanilla única de trámite y la poca transparencia en el manejo del erario.
Así que por favor dejen de adorar a ese ídolo de barro. No se trata de decir que fue lo peor porque no lo fue, simplemente verlo como es, un político mexicano más, nieto de otro político mexicano más y si lo encuentran en la calle ya no necesitan hincarse, lamerle las suelas, porque deben entender propios y extraños, ya no es gobernador ni está gobernando este estado.
Lamentablemente, aún hay muchos ilusos que siguen mandando el mensaje de que RMV es la sombra que habita Casa Puebla.
¡Abran los ojos!