Debido a que el 90 por ciento de las calles son ocupadas por automóviles, es necesario replantear el diseño de vialidades para resolver la movilidad de los usuarios, afirmó Jesús Sánchez Romero, de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, al participar en el Primer Congreso Nacional de Movilidad en Zonas Monumentales, organizado por la Facultad de Arquitectura de la BUAP.
En las ponencias presentadas en el teatro y salas de cine del Complejo Cultural Universitario, del 4 al 6 de septiembre, se manifestó la necesidad de generar propuestas con crecimiento económico, calidad de vida y sustentabilidad ambiental, para lo cual se requieren generar opciones innovadoras.
Durante su participación, Sánchez Romero, director de Estudios de Movilidad, recordó que hasta mediados del siglo XX empezaron a utilizarse las aceras, principalmente en España. En México, en cambio, las calles no tenían diferencia de nivel y todos circulaban en el mismo espacio; las calles eran espacios de convivencia y venta.
En su opinión, es importante recuperar esta esencia: aspirar a una imagen urbana antigua en la que convivan peatones y automovilistas, sin diferencias de nivel y sin delimitación de territorio por parte de cada usuario.
Para ello, propuso la pacificación del tránsito; es decir, moderarlo mediante la reducción de velocidad y el volumen de los vehículos automotores, con el fin de mejorar las condiciones de seguridad vial. El primer beneficio de esta estrategia sería la reducción del ruido a 60 decibeles, rango comparable con una charla entre dos personas -50- y el sonido generado en una zona residencial -40.
Sánchez Romero explicó que para lograr la pacificación del tránsito se necesita delimitar la zona de intervención, por ejemplo el Centro Histórico de una ciudad, y posteriormente disminuir la velocidad de los vehículos de la periferia al interior del área en cuestión.
El perímetro de las calles debería ser de 50 kilómetros por hora, en las zonas donde se concentra la comercialización de 30 kilómetros por hora y así hasta llegar a algunas calles peatonales con 10 kilómetros por hora.
Otra manera de lograr pacificar el tránsito es tener una plataforma única con un tránsito mixto, en la que el automovilista y el peatón interactúen en el mismo espacio. Así las personas pueden circular libremente y ceder el paso al auto, cuando sea necesario; el automovilista, a su vez, entiende que es un peatón más en la calle, indicó el director de Estudios de Movilidad, de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México.
El Primer Congreso Nacional de Movilidad en Zonas Monumentales tuvo como objetivo compartir fundamentos teóricos y experiencias sobre la naturaleza urbana y social de las zonas monumentales. Además, brindar un panorama de la movilidad en estos sectores. Los trabajos se rigieron bajo los siguientes temas: Alternativas no motorizadas sustentables, Políticas públicas en movilidad universal y Movilidad y nuevas tecnologías.