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Investigan supuesto donativo de 18.5 millones de Fundación Jenkins al MIB de Moreno Valle

- Foto: Especial

Buscan determinar si es parte del desfalco de 288 millones de dólares que fueron donados de manera extraordinaria por organización en 2014 y que han puesto en riesgo sus finanzas.

Por Edmundo Velázquez / @mundovelazquez / / Ciudad de Puebla

Un supuesto donativo de 18.5 millones de pesos realizado por la Fundación Jenkins al gobierno de Rafael Moreno Valle para la construcción del Museo Internacional Barroco (MIB) es investigado para conocer si es parte de los 288 millones de dólares dados de manera extraordinaria en 2014 y que hoy mantienen a la organización a punto de la quiebra.

Según denunció Carlos Serna Rodríguez, el abogado de Guillermo Jenkins Landa –quien presidió la Fundación Mary Street Jenkins hasta el 2013– la Junta para el Cuidado de Instituciones de Asistencia Privada en el estado de Puebla (CJIAP) ha atrasado la investigación del paradero de los 288 millones 834 mil 356 dólares que salieron de las cuentas de la organización filantrópica en 2014.

La junta de la CJIAP es presidida por Gustavo Garmendia, ex consejero electoral en Puebla y personaje cercano al gobernador Rafael Moreno Valle.

De acuerdo a documentos entregados por el representante legal de Guillermo Jenkins Landa se desconoce si dentro del monto desaparecido se encuentra el donativo millonario que entregó la Fundación Jenkins al gobierno de Puebla para la creación del Museo Internacional Barroco, lugar que fue sede del Quinto Informe  de Rafael Moreno Valle Rosas.

Serna Rodríguez explicó a CENTRAL que hubo una “donación ilegal” durante el 2014 por el millonario monto que provocó que la Fundación Jenkins pase a tener en sus arcas que originalmente contaban con más de 288 millones de dólares a únicamente un total de 2 millones 830 mil 943 dólares, con lo que le es imposible mantener el apoyo a instituciones educativas y fundaciones culturales por mucho tiempo.

El monto millonario de la dádiva perdida representa el 98 por ciento del total de los activos del portafolio de inversiones que la Fundación Jenkins aporta año con año a asociaciones e instituciones como Bellas Artes, el Museo Amparo, la Universidad de las Américas Puebla o el Colegio Americano, con lo que se mantiene con margen limitado para operaciones futuras.

El movimiento se realizó, precisamente entre 2013 y 2014. Al cierre del 2013 se tenían 233 millones 370 mil 116 dólares. Pero para el cierre de 2014 se tenía solamente 2 millones 830 mil 943 dólares, y en el ejercicio del 2014 el rubro de ‘aportaciones, donaciones, concesiones pagadas” ascendió a un 98.73%”, comentó el abogado.

Garmendia, sin mover un dedo

El desfalco a la Fundación Mary Street Jenkins ha sido denunciado ante la Junta para el Cuidado de las Instituciones Asistencia Privada, cuyo titular es el consejero electoral Gustavo Garmendia Domínguez, sin embargo el tema se ha atrasado debido a que en el organismo que depende del gobierno del estado se han negado a investigarlo excusando que no tienen capacidad para intervenir.

De acuerdo al Servicio de Recaudación Interna de Estados Unidos (IRS, por sus siglas en inglés), los activos netos de la fundación cayeron 98.8 por ciento en 2014 cuando realizó la sospechosa donación de más de 288 millones de dólares, pues entre 2003 y 2013, mantuvo un promedio anual de donaciones de 2.4 millones de dólares.

Guillermo Jenkins de Landa presentó una demanda por esta irregularidad ante la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia privada del Puebla el pasado 25 de noviembre y en ella pidió que se investigue una posible disposición ilegal de los recursos.

La Fundación Mary Street fue fundada en 1954 con la fortuna heredada por el millonario estadounidense William O. Jenkins, quien dejó estipulado que esos recursos se utilizaran en beneficio de la sociedad mexicana y los poblanos en específico. Esta asociación fue administrada entre 1963 y 2000 por el banquero Manuel Espinosa Yglesias.

Los Jenkins lograron 2013 que el patronato de la fundación quedara en manos del hijo del fundador, Guillermo Jenkins Anstead, su esposa y sus hijos, Guillermo y Roberto Jenkins de Landa. En junio de 2013, aludiendo malos manejos, la familia expulsó al primogénito Guillermo Jenkins de Landa del patronato. Sin embargo, el representante legal de Guillermo insiste que el pleito no es un asunto familiar ni se trata de la pelea de una herencia.

Se está jugando mucho dinero, un monto millonario que no es de la familia, que es de los poblanos. De todos. Y muchos han querido calificar esto como un pleito familiar. No, se trata de conocer qué pasó con un fondo de 288 millones que no sabemos a qué se donó”, comentó el abogado.

Hasta el momento, la Junta para el Cuidado de las Instituciones Asistencia Privada en Puebla no ha movido un dedo, critica el abogado.

Tardaron meses en contestarnos que no tenían capacidad para resolver el tema ni iniciar una investigación. Se ganó un amparo para que respondieran pero hasta la fecha la Junta de Cuidado no ha hecho nada. Desconocemos porqué y exigimos que respondan”.  

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