Friday, 19 de April de 2024

Tu abuelita en bicicleta

Por Dandy Pipiris / /

 

Es lunes y su chicloso lo sabe.

 

¿Verdad?

Por eso vamos a arrancar la semana con una historia de la vida real.

Ni en La Rosa de Guadalupe verían algo así.

Así de triple equis...

La neta, debo confesarlo.

Ando ultimamente bien caliente del radiador. 

Con nada se me quita.

Nada me aliviana.

Ya me acabé tres cajas de Kleenex. 

Ya hasta usé mis calcetines. 

Ahí es donde arranca la historia. Producto de una imprudencia.

Fue más cruel que una canción de Espinoza Paz. 

Vaya, no pude contener la calentura y caí muy bajo.

Se los voy a contar, pero no se rían. 

Ustedes no saben, pero tengo un cuate al que le dicen “El Bisagras”.

Así le dicen porque le rechinan bien gacho los sobacos. 

Un día fui a verlo a su cantón.

Y vive con una doñita.

Yo no sabía quién era. 

Y pues cuando pasé por él para irnos a la Central de Abastos, la doñita me abrió la puerta. 

Me trató muy bien.

Me llevó unos tamalitos para desayunar y hacer tiempo en lo que “El Bisagras” regresaba de echar sus vueltas al Parque Ecológico, ya ven que ahora cualquier naco ya corre y se siente runner. 

Pues, la verdad es que la doñita comenzó a verse muy interesada.

Y la neta uno no es feo.

Así que después de echarme dos de mole y uno de rajas terminé echándome a la doñita.

Tengo unas bronquitas con aquello del aguante así que el rapidín fue aún más veloz de lo acostumbrado.

Eso sí, “Rápido y Furioso”. 

Dejamos la casa patas para arriba.

Y entonces llegó “El Bisagras”. 

La doñita no dijo nada. Y yo tampoco quise decir nada.

No fuera a ser que mi carnal se diera cuenta de que ya le había pedaleado su bicicleta.

Agradecí por los tamales y el mañanero y me lancé con “El Bisagras” a la chamba.

Ya en la tarde, entre los diablitos, los racimos de pápalo y los costales de papas le pregunté a mi carnal por la identidad de la misteriosa damita que me recibió en su casa.

Así, cashi shin querer, para que no notara que tenía interés por la ñorita. 

–Es mi abuelita Leonorilda…. ¿Por?–me dijo.

–Psss es que me cayó re bien…–le dije para hacerme wey.

No supe qué cara poner.  

En la torre. 

Se me caía la cara de vergüenza. 

¡Me eché a su abuela!

De ese extremo anda la calentura.

Esa diosa del sexo seguro ya andaba en los 70. 

Lo peor es que la abuelita ya me anda buscando por el Whatsapp.

Ya hasta me mandó estas fotos. 

Quesque para presumirme su bicicleta. 

Neta.

Me gustan las MILFS.

Le hago a las maduras y a las cougars. 

Pero ora sí me la jalé.

Capaz que acabo de abuelito postizo. 

Le voy a pedir que como muestra de su amor me regale un iPhone 7.

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