Analista político. Enemigo de monopolios y manipulación de opiniones. Amante de la verdad y la literatura. Admirador de la democracia y la verdad. Algo gruñón y sin rodeos
Hace unos días Andrea Benítez, hija del titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), tuvo a bien mandar a clausurar un restaurant de la Condesa en la Ciudad de México por el simple hecho que no le asignaron la mesa que ella quiso en la terraza del lugar, y dejar esperando a otros clientes que estaban antes que ella.
Los atentados en el maratón de Boston han resucitado al terrorismo, por si alguien no se acordaba que existía, de alguna u otra forma tarde o temprano reaparece, para avisarle al mundo libre que nunca será perfecto, que el miedo está latente y es parte de sus entrañas.
La baronesa Thatcher dictaminó la política inglesa de 1979 a 1990, como Sarita batió el abanico y el escenario político de Londres se movió a su son, aunque no todos los que bailaron a su ritmo lo hicieron por gusto.
El Cardenal Bergoglio no olvidó el trato que le dio fama de humanitario. Al cónclave llego en taxi, sin escoltas, choferes ni auto de lujo propio. Ya electo, regresó al hotel romano donde pernoctó un poco antes, recogió sus maletas, hizo su check out y pago su hospedaje.
La elección de este químico de profesión representa varias características no tradicionales en los Papas. Es el primero de América, en el concepto continental y no el tradicional de los estadounidenses.